Estaba paseando por el bosque prohibido, dicen que no se podía ir porque era peligroso, pero le vi lo mismo de peligroso que una ardilla, me llevé un chasco, pero seguí caminando con paso lento y agarrando fuertemente la varita, el vestido blanco se empezaba a manchar de barro por la parte de los pies, pero no me importaba